Hoy pedí gancho. Me permití una tregua.
Me dije a mi misma que iba a poder, y pude.
No salté la muralla, todavía sigue siendo muy alta. Pero me animé a subirme a una escalera para poder ver del otro lado, para intentar extenderte mi mano y ver si de una vez por todas logro tocar, aunque sea, la punta de tus dedos.
No sé si funcionará. No sé si podré.
Teneme paciencia, entendeme. No es fácil para mi.
Prometo tenerte paciencia, prometo entenderte. Sé que tampoco es fácil para vos.
A veces se hace difícil traspasar mi coraza, lo sé. Pero sabe que también es difícil luchar con algunos sentimientos que llevan instalados largo tiempo dentro nuestro.
Pero voy a intentarlo, te lo prometo.
Voy a intentarlo por mi. Voy a intentarlo por vos.
Y si en el intento logro rozar aunque sea la punta de tus dedos, si en el intento logro acercarte a mi corazón, entonces todo el esfuerzo habrá valido la pena.